Francisco González inyecta 18 millones de euros en sus patrimoniales en plena investigación judicial

El ex presidente de BBVA, Francisco González, inmerso en una investigación judicial por su posible participación en la contratación del ex comisario José Manuel Villarejo para espiar a sus rivales empresariales, ha inyectado 18 millones de euros en sus dos sociedades patrimoniales, Marmassen y Belegar Inversiones. González fue imputado por el magistrado de la la Audiencia Nacional Manuel García Castellón en noviembre de 2019, año en el que el ex presidente de BBVA realizó sendas ampliaciones de capital en sus patrimoniales. Ahora el capital de las dos sociedades supera los 30 millones de euros.

González, acusado en el caso Tándem por los delitos de cohecho, revelación de secretos y corrupción en los negocios, contrató a Villarejo para espiar a Luis del Rivero, presidente de Sacyr cuando la constructora quiso controlar el banco en 2004. El ex presidente de la entidad vasca espió también a otros empresarios y periodistas, como al director de este diario, Eduardo Inda.

Mientras el juez García Castellón decidía investigar a González -equivalente a la anterior ‘imputación’- el ex presidente de la entidad engordaba sus patrimoniales con más de doce millones de euros mediante sendas ampliaciones de capital. En Marmassen, que ya tenía un capital social de 4,42 millones de euros, González ha inyectado 8,42 millones de euros, que con la prima de emisión de las nuevas acciones el desembolso total asciende a nueve millones de euros. Tras la ampliación, Marmassen cierra el ejercicio 2019 con unos fondos propios de 13,7 millones.

En Marmassen, que ya tenía un capital social de 4,42 millones, González ha inyectado 8,42 millones de euros, que con la prima de emisión de las nuevas acciones el desembolso total asciende a nueve millones.

Además, el ex presidente de BBVA, ha completado en 2019 otra ampliación de capital similar en Belegar Inversiones, otra de sus sociedades patrimoniales. Tras inyectar otros nueve millones de euros aquí, incluida la prima de emisión y otros conceptos, el capital social de esta empresa supera los 17,6 millones de euros.

Belegar Inversiones es la antigua FG Inversiones Bursátiles, la sociedad que montó el directivo en 1987, en sus inicios profesionales como broker bursátil. Belegar es la sociedad a través de la que el ex presidente de BBVA realiza sus inversiones en acciones del banco vasco, además de otras inversiones en empresas y en activos inmobiliarios. En 2018 registró unas pérdidas importantes, superiores a los ocho millones de euros, por la caída de la acción. En 2019, las pérdidas se han reducido a algo más de 630.000 euros.

Marmassen

En cuanto a Marmassen, se trata de otra sociedad patrimonial de González, filial de Belegar Inversiones, cuya actividad es la adquisición, tenencia y venta de fincas rústicas y urbanas, y la compra, venta, y tenencia de valores por cuenta propia y administración de patrimonios. El ex presidente de BBVA, que dejó el cargo el 31 de diciembre de 2018 por el escándalo del espionaje a sus rivales empresariales y a periodistas, tiene abierto un conflicto con la Agencia Tributaria por un montante total de 20.000 euros.

González estima que la deducción debería ser superior algo más de 41.000 euros, cifra superior a la que le marca la Hacienda española, y ha iniciado un pleito con el fisco español para deducirse esos 20.000 euros

El asunto se remonta a una diferencia de criterio sobre unas deducciones en 2013 por doble imposición por dividendos internacionales -tiene una filial en México- que la Agencia Tributaria no reconoce al ex banquero. Las deducciones por doble imposición internacional están permitidas por la ley y tratan de evitar que una misma renta sea gravada por dos países diferentes. En este caso, González estima que la deducción debería ser superior algo más de 41.000 euros, cifra superior a la que le marca la Hacienda española, y ha iniciado un pleito con el fisco español para deducirse esos 20.000 euros. El conflicto ya estaba abierto en 2018 y, de acuerdo con el informe de 2019 de Marmassen, todavía está pendiente de resolverse a cierre del ejercicio.

80 millones

González salió de la presidencia del banco el 31 de diciembre manteniéndose todavía como presidente de honor, hasta que finalmente renunció también al cargo tras conocerse más datos sobre su implicación en el espionaje ordenado por el banco a sus rivales empresariales.

El gallego abandonó el cargo con una indemnización de 80 millones de euros, cifra que el banco no puede dejar de pagarle pese a sus problemas judiciales de acuerdo con los estatutos de la entidad -sí la parte de sueldo variable, unos tres millones-. Se da la circunstancia de que González ordenó supuestamente este espionaje mientras incumplía el Reglamento de Consejo de Administración del BBVA, que obliga a comunicar hechos que puedan dañar a la reputación del banco, y el Código Ético del banco que él mismo impuso a todos los empleados en 2004.